Hoy os hablaré sobre el fotógrafo de gastronomía profesional y la utilidad que supone para tu negocio de hostelería o restauración. La fotografía de gastronomía en la actualidad está en un punto, donde el cliente que necesita fotografías para su negocio de hostelería o restauración, puede tener dudas sobre que decisión tomar. Existe una oferta muy variada de perfiles en redes sociales que podrían resolver sus necesidades.
En un mundo donde los clientes visitan su web para ver sus platos, antes de decidir por reservar en este lugar o buscar otro restaurante. El cliente debe tener muy claro que las fotografías de sus platos o productos deben tener un poder de convicción rotundo. Los potenciales clientes visitan su web o su red social y conceden apenas unos segundos a la hora de explorar las imágenes.
En base a esa primera sensación que dejan las imágenes, conjuntamente con las valoraciones positivas son los dos factores decisivos para tomar una decisión. La competencia es muy grande, los clientes salen a comer a diario, cada nuevo día hay gente ojeando las fotos de tus platos. Unas fotografías que consigan despertar el deseo instantáneo de probar ese plato, va a multiplicar exponencialmente la cantidad de reservas, y la facturación.
Es sencillo de entender. Sin embargo todos somos capaces de tomar una fotografía basta apuntar con el móvil y disparar, cierto pero….
¿Es lo mismo un fotógrafo de gastronomía profesional que cualquier otra solución?
La respuesta es sencilla, la fotografía de gastronomía es una profesión y ser fotógrafo de gastronomía profesional, requiere de los conocimientos y experiencia necesarias para saber cómo sacar de cada alimento su mejor versión. Al final se trata de hacer salivar a todo aquel que acceda a tus fotografías online para tomar una decisión rápida. Cada plato, alimento, ingrediente necesita una luz distinta, una perspectiva, una manera concreta de resaltar sus texturas, para que dispare ese deseo que perseguimos.
Todos sabemos conducir, sin embargo cuantos podrían hacerlo en un circuito sobre un Fórmula 1 y no quedar el último corriendo junto a profesionales. O la pericia del médico de ambulancia, de camino al hospital es capaz de tomar las decisiones que acaban con un final favorable para un paciente crítico.
Está claro que los conocimientos sobre iluminación, composición, tendencias, punto de vista, cualidades de cada alimento y sus texturas, tipo de lentes y un largo etcétera de atributos son tenidos en cuenta para el instante del disparo. Marcando una diferencia clara, entre cual será la reacción del observador de la fotografía, cuando fue tomada por un fotógrafo de gastronomía profesional y cualquier otro camino.
¿Si decido contratar un profesional de la fotografía gastronómica, como voy a rentabilizar mi inversión?
La tentación está ahí, ese amigo que no se le da mal la fotografía, ese empleado que parece que tiene buen ojo para fotografiar los platos. Incluso un foodie o blogger que viene por el restaurante y tiene muchos seguidores en su red social, aunque no es fotógrafo, hace fotografías.
Si, siempre serán mas baratos o incluso gratis porque no es su profesión y lo hacen por afición o por una cantidad simbólica. Es la tentación, me ahorro esa inversión y todo queda en casa. Bueno ese es el camino que quizás ya estás haciendo y nunca has probado otro.
Pero ahora yo te voy a hablar de AMOR. Suena fuera de contexto, pero imagina que eres capaz de ofrecer algo que no solo representa tu plato en una fotografía, sino que enamora. Que es capaz de producir sensaciones de deseo, y cuando se trata de emociones, el resto de parámetros quedan en segundo lugar. Si consigues enamorar, mover sensaciones, te garantizas un cliente.
Es cuestión de hacer números, imagina cuantas personas visitan tus redes o web, visualizan tus fotos al día y cuantos de ellos siguen buscando alternativas. Ahora piensa que llegan y ven tu plato presentado de una forma que no pueden resistirse a su atracción. Haz cuentas día a día lo que supone ese flujo de clientes que al dar con tus fotos ya no siguen buscando más.
Yo te invito a que hagas una visita a mi portafolio y visites las diferentes galerías que encontrarás. Te propongo que te respondas a ti mismo, si la forma en que los alimentos están presentados y fotografiados te producen las mismas sensaciones que las fotografías que actualmente utilizas en tu negocio.
La rentabilidad de utilizar mis servicios va a ser instantánea porque es una herramienta básica de marketing directo. Ves la fotografía y te quedas a comer aquí, ojalá los planes de marketing fueran tan sencillos para otros modelos de negocio. En la hostelería una imagen y una buena reseña son la garantía de una bola en la canasta.
¿Te apetece que hagamos estas mejoras para tu negocio de hostelería? No dudes entonces en escribirme a través de mi página de CONTACTO y me cuentas tu proyecto.